miércoles, 5 de octubre de 2016

EL ROSTRO SOCIALISTA para los vecinos

Eugeni J. De Manuel Rozalén
Portavoz del Grupo Socialista Municipal
Secretario General Agrupación Local PSPV-PSOE
Vall de Almonacid

EL ROSTRO SOCIALISTA para los vecinos



Los Alcaldes y Alcaldesas, los Concejales y Concejalas del PSPV-PSOE somos ante los vecinos la cara y el rostro de lo que significan los valores socialistas. La referencia institucional y política en el ámbito local.

Las compañeras y compañeros que forman parte de las Comisiones Ejecutivas, locales, comarcales, provinciales o autonómica, son los que dirigen la organización y definen las políticas públicas de actuación, las acciones, la coordinación entre socialistas… La referencia política en el ámbito local, comarcal, provincial, autonómico o estatal.

La inmensa mayoría de los que ponen su cara, y su esfuerzo, en el ámbito local, no tienen retribución alguna de las arcas públicas. En muchas ocasiones descuidan sus negocios y ven disminuir su patrimonio. 

Son Autoridades Electas, en el gobierno o en la oposición, de pequeños y medianos municipios. Están ahí para servir a sus vecinos, no para usar de los cargos para servirse. Ven, oyen, piensan y actúan. ...Comedor escolar, señalización deficiente en las calles, problemas de aparcamiento, agua de lluvia que entra en las casas, camión de la basura que hace demasiado ruido, contrataciones de fiestas, que tal actuación se pasa de presupuesto, que aquello no se puede hacer por la ley montoro, que no se ve la televisión, que el autobús intermunicipal no cumple el horario, que la puerta del cementerio no abre bien…

Los representantes institucionales y los cargos orgánicos del partido son los que realmente cosen la sociedad local, las personas con su territorio, desde una perspectiva progresista, participativa y de izquierdas.

Los que pisan realmente la calle lo tuvimos muy mal los días 30 de septiembre, 1, 2, 3, ... 4 de octubre después de un Comité Federal que no admite, con cortesía, ningún calificativo favorable. 

Tener que dar respuestas a los vecinos, cara a cara, de por qué, para qué todo ese cúmulo de no saber hacer, y tener que desmentir informaciones de periodistas que todo lo saben pero que, en su puta vida, con perdón, han conocido una asamblea socialista.

Han sucedido muchas cosas innecesarias. Hablar mucho con la prensa y poco con los compañeros y compañeras. Hay que hablar donde toca, en el partido, y cuando toca. Desde la autoproclamación como máxima autoridad competente, vitalicia, de la presidenta de la mesa, hasta votaciones sin efectos y largas horas de espera. Afectados movimientos que se han revelado como una forma desmedida de medir la fuerza. Situaciones sin salida.

El PSPV-PSOE y el PSOE ya han vivido situaciones semejantes. Ahora las hemos vivido en directo por el uso que se hace de los avances tecnológicos. Muchos tienen la responsabilidad, tanto de una como de la otra parte. Los presentes y los ausentes. Los que estuvieron y se fueron. Los que no sabían cómo entrar y los que no sabían cómo salir.

Es necesario aprender la lección. Todos. Desde el militante de la agrupación más pequeña hasta su Secretario General, pasando por fontaneros, capataces y otros menesteres. Ahora hay que dejar las bravuconadas, la chulería y los desasosiegos de ayer para hablar de hoy. Que cada uno, si así lo desea, se explique en el partido.

Ahora es imprescindible seguir armando la cesta con el mimbre apropiado venga de donde venga.

En estos momentos el Secretario General del PSPV debe de sentirse arropado por los compañeros y compañeras. Con fuerza para, desde la Presidencia de la Generalitat, seguir trabajando para las personas.

Ayer me lo dijo mi padre, veterano militante ya del PSOE histórico. Tenéis que recuperar la tradicional Hospitalidad en las agrupaciones socialistas. 

Y recuperé la agradable sensación que tuve en mi primera asamblea cuando, procedente de las JIC y EUPV, como ex secretario general de ambas formaciones, sentí esa Hospitalidad, el respeto a las opiniones contrarias y a quien las pronunciaban. Me asombré, entonces, de encarnizadas batallas dialécticas, seguidas, una vez dejadas en paz las espadas, por un café entre las partes.


Hospitalidad y Palabras.


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